lunes, 4 de abril de 2011

Me toca escribir despierta.

Me toca escribir poemas despierta
y despertar al mundo:
Jugar con luz, sombras y paredes.

Luchar a papel y pluma
contra las frazadas.
Dormir sobre hojas
y traspasar mis sueños.

Derretir las miradas titánicas
con los relatos ciegos
que no ven los renglones.

Me toca escribir poemas despierta
y despertar al mundo:
Sofocarme para refrescar
con letras
y llevar la tinta corriéndose
en mi piel,
rompiendo los paradigmas.

Y encontrar la forma
mil ciento uno de describir un beso;
de maldecir
el toque errado de Cupido.

De decir cuan profundos
eran los ojos de Mariana
aquella tarde
del doce de abril.

De relatar el vacío
de dos amantes que se dejan.

Contar cómo las mariposas
entraron a mi boca
y llegaron a mi vientre
cuando nuestros labios
fueron uno durante tantas
y tantas albas violetas.

De decir cuanto ansían mis manos
sostener su rostro de nuevo
y el choque de dos tierras
al mirarnos, fijamente.

De cómo las almas
se transforman en diamantes,
al golpearse contra la bóveda celeste;
y de que los secretos
que escribió mi diario
vean la luz.

Y escribir un cuento
sobre cómo Daniel
encontró sus sueños,
en una cabaña
oculta en lo obscuro
de un bosque, y escribirle
un final diferente
al cuento aquel de la niña
que huye del lobo.

Me toca escribir poemas despierta
y despertar al mundo:
Jugar con mi alma
y la tuya
y la suya.