lunes, 8 de febrero de 2010

07/01/10

Transcribo parte de la entrada de mi diario del día 7:

Me comprendes muy bien…

Sabes lo que es tener que aferrarte a aquel juguete para tratar de recordar algo de “lo que fui” y aún así, ver que esos pasajes desaparecieron; ¿por qué reclamas por mi “inmadurez”?

Conoces la sensación extraña que se forma en tu garganta, cuando aprietas fuertemente tus párpados, todo para no sentir tus cálidas fuerzas escapar por tus ojos… ¿por qué no me consuelas cuando las ves?

Sabes muy bien como se siente cuando una sonrisa tímida… triste, se forma en tu rostro mientras suspiras contemplando el rostro de él, e imaginas como tuya tan radiante sonrisa.

Alguna vez despertaste sintiéndote ajena a todo… como si el reflejo que te devolvía el espejo no era más que un monstruo ojeroso, que comenzó a devorar tu vida sin que tú te dieras cuenta, y ya era demasiado tarde: actuabas fuera de ti… y no sabias porque, sólo sabias que no podías lo podías evitar.

Recuerdo que alguna vez me sentaste en tus piernas y me diste una lección de vida: Caerme, estaba permitido, pero levantarse, era una obligación y que un error, era sólo eso, un error… ahora me pregunto si en verdad crees todo eso, y si es así, porque no lo aplicas.

Pero no, no eres yo, ni siquiera te acercas a serlo… lo sé… pero me comprendes bien.

Irremediablemente, es para ella.

2 comentarios:

  1. Vaya, es una buena redacción. Detecté un error en tender, parece que querías decir tener, pero puedo equivocarme.

    No puedo decir nada mas. Lindo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario, y gracias por la observación, ya la corrijo (:

    ResponderEliminar